lunes, 31 de diciembre de 2012

Disfruta, ahora que puedes.

Todos se preparan para la gran cena, para la última cena. La familia se reúne, algunas por una vez al año, otras por enésima. Pero eso da igual, lo realmente importante es que esté unida, que compartan anécdotas, sonrisas, cariño. Todos se visten para la ocasión, vestidos cortos o largos, trajes con corbata o pajarita, en algunas casas, vaqueros y en otras, pijamas. Los niños juegan, ríen, la felicidad se respira en el aire. Villancicos como música de ambiente o quizás como karaoke. Los programas de la tele son los mismos de siempre. Y, "¿cuál es la cadena donde salía ese cómico?", "¡Las uvas, las uvas!" Se recuerdan los mejores momentos del año que ha pasado. Noche de risas y fiesta, noche de champan o cava. Noche de polvorones y turrón. La ilusión de ver el árbol en tu salón hace que vuelvas a sentirte niño. Los fuegos artificiales, los petardos que asustan a los perros... La vida, que pasa sin que te des cuenta. Y piensas: "Bueno, otra Navidad más". Y otro año más, que pasas sin alguien especial, algunos que se han ido y los recuerdas con cariño. Pero siempre estarán en el corazón, pasen los años que pasen. Sabes que estuvo en tu vida porque quedó su huella en tu corazón. Así que por él, sonríe, por él, vive, que en cualquier parte estará contento al saber que no has olvidado el sabor de la alegría. La alegría de estar en familia, la más dulce.

Ruptura

¡Tú! ¡Tú querías cambiarme! ¡Tú te empeñabas en quitarme la personalidad y hacerme como las demás, como todas tus amiguitas! Y decías que me habías convertido en una chica alegre, que yo era antes apagada, que siempre vestía de colores oscuros y por eso... ¡Que tú me salvaste! Qué superficial eres... No te diste cuenta de que yo soy alegra ya de por mí misma. ¿Acaso crees que eso influye realmente en mi personalidad? ¡Por favor! Ahora me doy cuenta de lo tonta que fui, dejándome llevar por ti. No me querías por cómo era yo, sino por en qué me habías convertido, querías a la chica que nunca tuviste. Vaya pena... Yo sí te quise tal y como eras, con todos tus defectos y tus virtudes. Ahora te miro con objetividad, ya no estoy ciega de amor. Y veo en nuestro pasado tantos errores míos. Tantas cosas que me dijiste, que me dolieron, que quise contestar y defenderme y que no hice por miedo a otro enfado. Y que terminara nuestro "sueño" que acabó siendo pesadilla. Cuando decías que no era romántica, que no te decía cosas bonitas... ¡Cuántas palabras de amor no fueron escritas en mi diario para ti! Qué ciega estaba y qué estúpido eras. Cuando te metías con mi físico o con mi pelo. ¡Aunque fuera una broma! ¿Dónde estaba el hombre del que me enamoré? ¿Donde estaba el hombre que me susurraba al oído que yo era bella? En dos semanas desapareció, ya me tenías y te aburriste. Yo esperé a que regresara, pero nunca lo hizo.
"A veces no echamos de menos a la persona, sino a los recuerdos".
Gracias.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Tú.

Su boca, una adicción.
Sus abrazos, un refugio.
Su sonrisa, una necesidad.
Cada movimiento, 
cada palabra que se desliza entre sus labios. 
Esto es excesivo,
le observo demasiado. 
¿Me estaré obsesionando? 
Bueno, de eso trata todo este juego. 
Cuando estás enamorado
te conviertes en un completo idiota, ¿no?

I'm sorry :(

Bueno, sentaos y coged un cafecito, ¿qué decir que no haya dicho ya? Estoy un poco espesa y esto es tan sólo el calentamiento. 
Echo de menos escribir. He estado repasando algunas entradas y me han dado ganas de llorar de la emoción. Tantos recuerdos se hayan escondidos entre esas palabras... No podría contarlos. Pero no voy a eso, quería pedir disculpas por si alguno ha estado esperando entradas con entusiasmo (cosa que dudo) y se ha decepcionado. Lo siento.
¡Ahora las novedades! No sé si podré estar a la altura de mí misma cuando escribía, he perdido práctica y ya no tengo tantas ideas, por eso lo abandoné, no me gustaba nada de lo que hacía. Como veo que las cosas se están modernizando tanto y atrae más una foto que un texto enorme, voy a pensar un poco más en vídeos, fotos, gifs (como el último que he subido, que es mío por cierto, jeje). Lo que me apetezca, es mi blog. Por supuesto, también alguna que otra historia o... lo que quiera que hago cuando hablo de un tema.
Muchas gracias a todos y Feliz Navidad ^-^

Amanecer.


Lo más bonito es levantarte temprano para verlo y luego hacer esto, ver que tu trabajo da frutos.

lunes, 16 de abril de 2012

Sueño.

Soy un águila. Vuelo por encima de las nubes. Puedo atravesar el cielo con mis alas, puedo rozarlo, a veces incluso tocarlo, pero nunca he llegado a atraparlo. No quiero descansar, mi hogar son las alturas. No quiero volver a la tierra. A ese infierno. Lleno de prisas y estrés. Quiero quedarme aquí. En la soledad, teniéndome a mí misma como compañía y a mis pensamientos.
Soy un pez. Un pez de colores. Pero no de esos atrapados en una pecera, dando vueltas y volviéndome loca buscando una salida, no. Yo tengo el océano para mí sola. Puedo nadar y nadar hasta donde quiera. Entre las olas. Sin ataduras ni problemas. Soy libre. Libre, libre, libre. Tengo que repetírmelo para poder creerlo. Pero lo soy.
Soy una tortuga. Recién salida de un huevo, abandonada a mi suerte en una playa perdida. Huyo de bestias indescriptibles. Camino sobre la arena, mientras mis hermanas se desorientan. Casi puedo llegar a la orilla del mar. Casi.
Soy yo. Estoy contigo. Nos besamos. Nos acariciamos. Puedo tocar tu piel. Puedo abrazarte con fuerza. Sin preocupaciones. Y es tu olor, que me hace volver a la niñez, a una tienda de chuches. Y es la dulzura con la que me acaricias el pelo, la que me devuelve a la vida y, por desgracia, a la realidad. Fue un sueño. Tan sólo un jodido sueño. Quisiera quedarme en el interior de mi mente, bajo mantas y mantas de hueco, que me gustaría llenar con miles de conocimientos. Lástima que sea imposible. Que la vida sea pura y dura. Fue un sueño. Tan sólo un jodido sueño.

sábado, 7 de abril de 2012

Quizá fue suerte, no quiero pensar en ello.

Hubo un tiempo en el que estuve perdida. Vagando por mundos que no habían sido creados por mí. Mundos repletos de sombras y oscuridad. Me vi perdida y sola. Y me quedé sentada esperando a que alguien me recogiera. A que viniera un príncipe en un caballo. O varias personas en un helicóptero. O mi madre con el carrito de la compra. Pero no apareció nadie. Y allí sola me quedé durante un largo tiempo. Viendo cómo los almendros florecían una y otra vez. Hasta que llegó el momento en el que me di cuenta de que ya estaba cansada. Cansada de esperar por alguien invisible creado por mi imaginación. Entonces, recogí mis cosas y me fui. Así de simple: huí. Alejándome de todas aquellas sombras, huí de mi pasado y de sus consecuencias, como una cobarde. Pero me daba igual, solo quería empezar de nuevo. Aparté mi pasado a un lado, lo tomé como una experiencia y se podría decir que lo olvidé. Aunque realmente no sea así. En mis recuerdos está, pero no tan presente como antes. Y al irme de aquellos mundos oscuros, que no estaban hechos para mí, busqué un lugar nuevo donde quedarme. Y aquí estoy.
Tu corazón es mucho más acogedor de lo que pensaba. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

Please, don't hurt me.

Cuando estoy contigo, la Tierra gira a mi alrededor, las estrellas brillan sonrientes y la Luna me guiña un ojo.
Cuando estoy contigo, se produce un conjunto de sensaciones que hacen que mi mente se confunda.
Cuando estoy contigo, el cielo está a mis pies y el suelo sobre mi cabeza.
Cuando estoy contigo, las ballenas hacen carreras de obstáculos y los leones juegan al waterpolo.
Cuando estoy contigo puedo ser quien quiera, como quiera y donde quiera. Puedo imaginarme que estamos en el sol, caminando sobre él y que lo único que siento bajo mis pies es un calor acogedor.
Cuando estoy contigo me encierro en mi mundo, dejando pasar sólo buenas sensaciones, escucho sólo lo que quiero oír y te miro con los ojos vendados, ciega de amor.
Eres preocupante, me preocupa no poder vivir sin ti. Tan independiente y solitaria, ahora necesito tu sonrisa para ser feliz. Si no, mi día se derrumba, y como si de un juego de Lego se tratase, voy armando una torre a mi alrededor para aislarme del sufrimiento. Ahí es cuando tú deberías aparecer, vestido de príncipe, con espada y todo. Trepas y trepas, subiendo ladrillos de colores y me rescatas prometiéndome amor eterno. Ultimamente, mi vida se asemeja un poco a un cuento de fantasías como estas. ¿O quizás lo soñé? Qué se yo. Ahora mismo podría despertarme en mi cama y darme cuenta de que todo esto es un sueño, de que ni mi príncipe existe, ni tú y yo nos hemos conocido, de que no estoy escribiendo y de que tampoco recuerdo tu cara, ni el color de tus ojos, ni la fuerza de tu mirada, ni la alegría de tu sonrisa, ni la dulzura de tu olor.
Irritante eres. Pues siempre estás alegre y me contagias tan rápidamente como se enferma un pingüino de gripe en su viaje desde el Polo Sur al zoo. No paro de sonreir y, aunque tus bromas no tengan gracia, me río tanto que me duelen las mejillas.
Sabes cómo hacerme reir cuando lo que quiero es darte una paliza. Sabes cómo tranquilizarme cuando estoy nerviosa. Sabes cómo cambiar de tema cuando es necesario. Sabes llevar una conversación. Sabes cómo tratar a una mujer. Sabes cómo hacerme sentir en el séptimo cielo... Y por eso es que tanto me encantas. Me hechizas, me enamoras. Y por eso es que tanto te odio. Vivo hechizada por tu olor, por tu sabor y el cariño que me das con tan sólo un sólo beso. Soy prisionera de tu mirada y tus abrazos. Soy tu prisionera, pero no quiero escapar. No me dejes escapar.

domingo, 11 de marzo de 2012

AMIGOS.

Gente que te querrá siempre, pase lo que pase.


Da igual si cambias, da igual si caes.



No importa si pasa el tiempo.


O si diferentes caminos nos separan.


Siempre estarán en el corazón.


Aunque éste se rompa mil veces.


Y los recuerdos intenten borrarse con el tiempo.


 No lo conseguirán, pues están tatuados en mi piel y en mi memoria.


Hasta un final inexistente.


Ni si quiera la muerte podría separarnos, nuestra amistad es más poderosa que ella.


Los lazos que nos unen son irrompibles.


Más fuertes que el titanio.

Nunca encontraré a personas como ellas. Tan felices y despreocupadas. Tan sinceras y amables. Por mucho que el tiempo nos envuelva, acariciando nuestra cara. Han estado presentes en mi vida siempre, recordándome lo importante que soy para ellas. Levantando mi autoestima, tendiéndome una mano después de una caída. Nunca las podré olvidar, no me lo permitiría. Si algún día un motivo nos separa, no pasa nada, no conseguirá hacerlo del todo. Siempre existirán esos lazos, que nos recordarán esa película en blanco y negro en la que aparecemos. Esa llamada adolescencia, que tan dura es a veces y tan tierna es otras. Muchas gracias por tantas sonrisas, por enseñarme a ser yo misma, por cada una de las lágrimas que he dejado caer, de alegría y de tristeza. Gracias por todo, chicas. Las quiero.

domingo, 4 de marzo de 2012

(Aplausos) (Aplausos)

Este premio es para mi un honor. Nunca pensé que llegaría tan alto, es decir, nunca creí que después de haber caído tan bajo, golpeándome de bruces contra el suelo, pudiese volver a levantarme y volar... Hasta rozar el cielo y comerme las estrellas. Oh, las estrellas... ¡Qué dulces son! Saben a algodón de azúcar, a niñez, a felicidad. Huelen a humedad en el bosque, a frescura y a sandía. Su sonido es melodía y armonía compaginadas de tal forma que sólo los que tienen buen corazón, dignos son de escuchar su música. ¡Qué dulce esta sensación de estar acaramelada! Me siento como un bombón de chocolate a punto de ser comido por un niño, un niño que añora mi sabor. Gracias, gracias... Muchas gracias, de verdad. (aplausos) (silbidos) (aplausos) (me tiran flores) Doy un beso al aire y me voy a mi asiento. Ya los focos no me iluminan, pero la sensación no desaparece, me acompaña. Ojalá que para siempre. Y aunque para siempre es mucho tiempo, "nada es imposible" decía el corazón. Gracias a todos... Y sobretodo a ti. Te quiero.

lunes, 27 de febrero de 2012

La diferencia está en la mente.

No consigo recordar cómo he llegado hasta aquí, cómo han pasado los años y yo sin darme cuenta. Perdiendo la noción del tiempo, me atraparon tus redes y ya no pude escapar.
A veces me gustaría volver a atrás, para contemplar mi felicidad en tiempos mejores y el cariño que me diste en tiempos peores. Tú eras todo lo que yo no, y eso era lo que más me gustaba. Me llenabas. Y ahora estoy vacía sin ti. Mientras escribo verbos en pasado, te recuerdo: tu bonita mirada no abandona mi mente y me persigue. A donde quiera que voy busco tus ojos, aunque rara vez he coincidido con ellos. La última vez se escondían bajo unas oscuras gafas de sol Ray-Ban. También recuerdo la mejor de tus sonrisas, que con suerte, yo que sacaba. Y tu pelo... Me encantaba acariciarte donde terminaba tu pelo, detrás de la nuca, bajando por la columna hasta la espalda. Se te herizaba la piel y me sonreías.
Pero el problema era que hacías lo que te daba la gana, cuando te daba la gana y donde te daba la gana. Eso era lo único que nos distanciaba y separaba. Creías que yo era igual que tú, pero mientras yo crecía y cargaba con las responsabilidades de hacerme mayor, tú te habías quedado estancado. Y como nadie te ayudó a continuar, te quedaste ahí esperando. Te intenté explicar que somos diferentes, que algunas cosas que para ti eran irrelevantes, para mi eran de lo más importantes. Pero no lo entendías; no me entendías. Y confundiste mis palabras.
De tal forma que te llevaron a hacerte una idea errónea de lo que iba a decir a continuación, pero te equivocabas. La expresión en mi cara no te decía nada porque, ciego de rabia, me mirabas como si fuera un bicho. Aunque quise, no pude olvidar tus frases, aún las recuerdo. Pero, es mejor que eso lo reserve para mi, así puedo concederte el beneficio de la duda... Sé que tú no las recuerdas con tanta nitidez como yo. La vergüenza que te daba el tan sólo pensarlo te hizo distorsionar la realidad y quitarle más importancia de la que tenía.
Ahora vienes arrastrándote aquí, creyendo que mis brazos estarían abiertos siempre esperando tu calor, pero te has encontrado una enorme señal de prohibido. No caería tan bajo de nuevo.

lunes, 20 de febrero de 2012

¿A quién le importa?

¿Y qué si no me he enamorado nunca?

¿Y qué si soy virgen?

¿Y qué si creo en Dios, en los fantasmas o lo que me apetezca?

¿Y qué si no tengo un 90 60 90?

¿Y qué si me gustan las matemáticas?

¿Y qué si no tengo ni Tuenti, ni Facebook?

¿Y qué si no me gustan los microondas?

¿Y qué si visto diferente que tú?

¿Y qué si no me gusta ir maquillada hasta los tobillos porque me siento guapa así?

¿Y qué si prefiero los chicos con cabeza y no con músculos?

¿Y qué si mis gustos musicales ni se parecen a los tuyos?

¿Y qué si no me va beber alcohol o fumar?

¿Y qué si no confío en la gente?

¿Y qué si creo que la tele nos enferma?

¿Y qué si me gusta o no Justin Bieber?

¿A quién le importa lo que yo haga con mi vida?

No lo entiendo, parecen las viejas del pueblo, que como no tiene nada que hacer con su vida, se dedican a criticar y a decir mentiras sobre las personas. Dentro de su mundo, ellas deciden qué es lo que está bien y lo que está mal. Si no vas a misa los domingos ni te cuento, eres hombre muerto. Pues a los 15 años pasa igual, encerradas en su torre, como princesas (o mejor, reinas malvadas) están las jóvenes que se dedican a malgastar su tiempo hablando de rumores sin importancia. Y luego, te las encuentras por la calle. Si tienes suerte serán honestas contigo y te mirarán de arriba abajo, con esa mirada atravesada que casi no deja ver sus pestañas reales bajo tanto rímel y lápiz de ojos. Si no, las verás sonreírte, abrazarte y besarte en la mejilla (sin tocarte, claro, que se les quita el pintalabios), te preguntarán que qué tal estás; uno de esos que casi no te dejan contestar porque realmente no les interesa. Pero lo que sí les interesa es con quién te has enrollado, con quién te has enfadado de tus amigas y si tu madre y tu padre se separarán al final o ha sido una de esas peleas de matrimonio con polvo incluido. Arpías… Te chupan la sangre sin dejarte un solo glóbulo rojo. Para evitarlas, no necesitarás insecticida, ni uno de esos aparatitos que se enchufaban antes y espantaban a los mosquitos, y mucho menos un matamoscas con forma de mano. Sólo una leve sonrisa y una de esas frases ambiguas que no contestarán a su pregunta, aunque ellas creerán que sí. Es algo como lo que hacen los videntes o los horóscopos. ”Tendrás mucha suerte en el amor, alguien que te quiere te hará un regalo” ¿Quién no tiene suerte en el amor? ¿Realmente es posible que nadie te quiera? Es decir, ni si quiera tu madre, algún amigo, hermano… No sé. Cualquiera que tenga que ver contigo. “Te hará un regalo”. Eso vale para todo, si un amigo te paga un café, tu madre te hace tu comida preferida o tu hermano viene a verte después de semanas sin saber de él… Busca la manera de hablar sin decir nada y algún día se cansarán de que les contestes sin una respuesta segura, o quizás madurarán. Aunque eso lo veo un poco más difícil, pero de ilusiones se vive.

viernes, 17 de febrero de 2012

El tiempo recae sobre nosotros.

Yo también quiero que Danny Zuko baile conmigo You're the one that I want.

(Grease)

Que Step me diga que está a Tres metros sobre el cielo y que Tiene ganas de mi.


(Tre metri sopra il cielo)

Que Alex me pida Perdón por si me llama amor o por si se quiere casar conmigo.


(Perdona si te llamo amor, Perdona pero quiero casarme contigo)

Que Christian me haga sentir suya y sólo suya con palabras de amor.


(Mouline Rouge)

Que Jack me dibuje con la misma ternura con la que quiero que me bese.


(Titanic)

Que Guido, con sus extraños poderes, me haga mirarle y, por supuesto, quiero que me llame princesa.


(La vida es bella)

Que Edward me traiga flores en una limusina blanca, que suba a la cima de mi torre y que me rescate.


(Pretty Woman)

Pero no. Aún no tengo un director de cine que dirija mi vida. Y aunque me encantaría, Federico Moccia no influye en las mentes masculinas de mi generación.
Ahora la mayoría de los hombres no saben cortejar a una mujer y algunas mujeres... Bueno, algunas son algo tontas. Ellos con decir "qué culazo", "qué buena estás", etc. ya las tienen en la palma de la mano (sólo si es guapo, que si no lo es...). Hay que entender, que a falta de vocabulario no tienen recursos para hablar. Se limitan a esas pocas palabras. Con lo extenso que es el castellano...
Yo quizás soy rara, pero prefiero que me digan que les gusta mi forma de pensar. Y si van a hablar sobre mi físico, que digan que soy bonita.
¿Por qué es tan importante el físico? Con los años, por mucho que te cuides, te operes o te hagas yo qué sé qué, tu piel se arrugará y tu cabello emblanquecerá. Y ya nadie te valorará por tu belleza exterior, si no por lo bonito del saber. Si no tienes nada que contar, nada que llame la atención, nada que tenga un mínimo interés... ¿Qué harás? ¿Contar las fotos del tuenti una por una?

domingo, 12 de febrero de 2012

Callar es mi mayor crimen.

Cuando el amor supera al odio, la humildad al orgullo, la generosidad a la avaricia, la seguridad a la timidez... Somos personas. Cuando matamos, cuando somos retrógrados, xenófobos, pedófilos, sociópatas, racistas, prepotentes, intolerantes, fascistas... Somos monstruos. La sociedad no avanza por ellos. En Estados Unidos hay un presidente negro después de haberles tenido como esclavos; avanzaron. Y en España ni tenemos por idea que haya una mujer al poder.
Luego, ¿cómo es posible que en un país en el que la educación es gratuita haya tanta gente ignorante? Lo tenemos tan fácil... Pero no le damos importancia. En otros países los niños no estudian porque desde que cumplen una cierta edad trabajan para llevar dinero a casa. Y, precisamente nosotros, que somos tan afortunados, somos los que menos lo agradecemos. ¡Estudia, hijo, estudia! Y aprovecha que eres joven. Cuando pasen los años, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a trabajar como obrero? No te lo crees ni tú. ¿Quieres hacer algo que realmente te guste y te agrade? ¿Quieres tener un trabajo que te satisfaga y con el que te sientas útil? Pues a veces es necesario hacer cosas que no te gustan para conseguir otras que sí. Si la meta es divertirse, la vida no es la fiesta que esperabas y, ¿por eso vas a deprimirte? Si ni si quiera tú luchas por ti mismo y por tu futuro, nadie va a hacerlo por ti. El equilibrio es la clave: Vive el presente, vale la pena, recuerda el pasado, te ha hecho sabio, y piensa en tu futuro, va delante de ti y te está esperando.

jueves, 2 de febrero de 2012

Si quieres, puedes.


Si algún día caes, recuerda que yo seré esa gotita de agua que te ayude a levantarte de nuevo. No lo dudes.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Mira lo que te perdiste.

Nunca dormirás conmigo.
Nunca me escucharás contarte mis historias, mis anécdotas, mis pensamientos.
Nunca más tendrás el derecho a llamarme "mi vida".
Nunca te cuidaré cuando estés enfermo.
Nunca me oirás cantar en la ducha.
Nunca te ayudaré a estudiar inglés, que tan mal se te daba.
Nunca me explicarás tu forma de ver las matemáticas.
Nunca irás conmigo de viaje.
Nunca me volverás a abrazar.
Nunca te miraré de la misma forma que antes.
Nunca te esperaré en el aeropuerto cuando vengas de Sevilla.
Nunca haré de tu rostro un dibujo.
Nunca recibirás mis cartas de amor.
Nunca terminaremos el álbum.
Nunca nos perderemos en alguna ciudad.
Nunca me verás ponerme guapa para ti.
Nunca nos haremos más fotos.
Nunca volverás a quitarme mi vestido blanco.
Nunca te contaré los sueños que he tenido contigo.
Nunca iremos a Bali, ni a París, ni al Polo Sur.
Nunca me enseñarás a conducir.
Nunca les veremos crecer juntos.
Nunca volverás a ver las cuatro chaquetas que tenía y que eran tuyas.
Nunca contemplarás las fotos que he revelado, las que tú hiciste.
Nunca me besarás de nuevo.
Nunca recuperarás tu cámara, imbécil.
Nunca volverán a ser los mismo martes.
Nunca me oirás tocar el piano para ti.
Nunca habrá más champagne.
Nunca me seguirás enseñando a coger un skate.
Nunca bañaremos a tu perro.
Nunca me verás reírme de tus estúpidas bromas.
Nunca más te dejaré entrar en mi vida. Y mucho menos, en mi corazón.
Fuiste tanto y en un momento tan poco. Ahora me doy cuenta de que, realmente, olvidarte me fue fácil. Rodeada de personas geniales que me apoyaron siempre, cualquiera te hubiese olvidado.
Ahora me doy cuenta de que te vi como quise hacerlo, ignorando grandes defectos. No eras tan perfecto como te imaginaba. Soñaba y te veía con los ojos tapados. La venda del amor, ¡qué tonta me hizo ser! Me obligó a vivir así.
Ahora pienso que debí haber razonado, debí haber sido más crítica, debí haber pensado algunas cosas, debí, debí, debí... Aun así, te agradezco que hayas aparecido. Sin ti, seguiría siendo igual que antes. También te agradezco que tus mentiras me hayan quitado la venda. Y que tu falta de tacto haya hecho que me diese cuenta de lo idiota que eres. Gracias a tu destreza, ahora tengo una imagen más clara sobre ti.

sábado, 28 de enero de 2012

De errores se aprende.

La vida te ha dado golpes, y tú has llorado y has sufrido. Has hecho lo imposible y lo has superado sanando tus heridas. Ahora es el momento de sonreírle, una de esas sonrisas pícaras que tan bien se te dan. No, no le devuelvas los golpes. A veces es bueno ser falso y hacer lo conveniente. Coge las lágrimas y tíralas a la basura, si no son de alegría no merecen la pena. No las empaquetes, no se las mandes por correo, no cambiará de opinión. Coge todos sus trastos y recuerdos y guárdalos en una caja bajo llave, esta caja, ponla donde no la veas muy a menudo y esta llave, regálasela a tu mejor amigo. Dile que bajo ninguna circunstancia, te la devuelva. Nunca. Olvida que ha ocurrido, finge que estás bien, que todo sigue igual. Aunque no lo creas, ayuda mucho que la gente no te trate como si fueses desgraciado, si no que sean las mismas personas a las que no les importas hasta que hay cotilleo. Cuéntale la verdad a un verdadero amigo, a veces nos empeñamos en verlo todo negro. Cuando un amigo se acerca y pregunta 'qué, ¿cómo estamos?', podemos mentir o dejar que nos echen una mano, decía Chojin.
Bien, pues no exageremos. No hagamos que un roce sea una herida. Estamos hechos de piedra y nunca caeremos. Puede que perdamos el equilibrio, puede que resbalemos, pero nunca llegaremos a tocar el suelo. Mantén siempre la mente en las nubes, la cabeza sobre los hombros y los pies en el suelo. Tan sólo disfruta, que tienes más que suficiente.

sábado, 21 de enero de 2012

Sensaciones que vuelan con el viento.

Y se van de mi vista al ver que yo te quiero y tú a otra.

Conocí a Amor pronto y ahora me ignora. Me dice que me lo merezco por no haberlo cuidado, y eso es mentira. Amor es tonto e ignorante. Cuando te lo presentan y te haces su amigo, es ideal, lo mejor que te podría pasar. Pero tiene una pega: No es para siempre. Finaliza con una muerte, con infidelidad, con celos, con ira, con faltas de respeto, con violencia. Es imposible que Amor se despida de ti con Cariño y que tú no sufras. Ni lo intentes, chico, es imposible.
A veces Amor se ríe de mi, me engaña. Me hace creer que tú me quieres pero, luego Pesimismo me convence de que no. Y, ¿a quién voy a creer, al ángel o al diablo? Y es entonces cuando Soledad y Melancolía me secuestraron. Pero Amistad, tan buena amiga, siempre me fue y me será fiel. Me ayudó a abandonarlas y por fin, Felicidad me besó haciéndome sentir las nubes a mis pies. Un día me encontré con Ilusión y cuando la vi, me enamoré. Me decía que Amor, el viejo amor, el amor agotado y usado, era bueno y que le esperase siempre, que aunque fuese viejo, no importaba, llegaría tarde o temprano, él no tiene horarios, pero llegaría. Y así hice, le esperé y le esperé, sentada en mi cama cada noche, sintiéndome cobarde por no saber cómo hablar de ello hasta que llegó el momento en el que me di cuenta de que Ilusión mentía, el viejo Amor nunca aparece.
Y un día, Pasión llegó y tocó mi corazón. Me sentía importante, fuerte. Ella me engordaba con sus palabras, que hacían que me sintiese tan cerca de Amor como él mismo. Pero Pasión me olvidó y sufrí al tener como única compañía a Abandono. Junto con Abandono, Pena no me olvidaba. Se metían en mi cama cada noche y me hacían llorar, escribir bellas palabras en una libreta manchada de lágrimas y tinta. Miedo me susurraba al oído que no saliera de mi burbuja, me convencía de que si estaba tan bien allí dentro, lo que hubiese fuera no importaba. Y acabé llamando a Odio y a Ira para que me ayudaran a salir rompiéndola con todas mis ganas. Pero esos son malos sentimientos, que hacen que tus cicatrices se abran y brote veneno de ellas. No pude romper mi burbuja, pero dejé una pequeña grieta que hizo que mis gritos, que ahí fuera eran murmullos, llamaran a Curiosidad. Ella me vió, tan transparente y muerta por dentro. Ya no tenía ni a Soledad. Ella vió conveniente que Hastío entrara por aquella pequeña grieta. Él me convenció de que durmiera y descansara, para que a la mañana siguiente pudiera levantarme con tales fuerzas que con un simple suspiro rompería mis barreras kilométricas.
Cuando salí, Decepción vino a mi. Al ver un mundo gobernado por Ambición, Envidia, Avaricia, Rabia, Desamparo, Rencor, Odio, Violencia, Humillación, Venganza, Miedo, Frialdad, Engaño y Desgracia. Un mundo que no era como yo lo había imaginado. Pero Esperanza me hizo buscar otros sentimientos en otras personas como yo. Y encontré a Libertad, ella siempre me ha sido fiel, hasta estos días.
Hoy, disfruto de la dulce compañía de 10 sentimintos, que aparecen y desaparecen cuando quieren: Gloria, Euforia, Amistad, Cariño, Afecto, Ternura, Empatía, Valor y, en pequeñas dosis, Orgullo y Humildad.
Ellos me han enseñado a ser como soy. Me han mostrado que existe la bondad. Que somos diferentes. Que algunos pensamos en los demás, y los ayudamos.
Hoy, Soledad se ha marchado.
Hoy, empieza todo. Mañana también. Y la próxima semana. Y la siguiente. ¿Y cuándo termina? Eso no importa. Hoy empieza.

miércoles, 18 de enero de 2012

Un año más.

Cuando era pequeña, mis padres nos llevaban a mi hermano y a mi de viaje a lugares que he olvidado. Pero, lo que sí recuerdo es ir de excursión y cansarme, recuerdo ser una quejica y una llorona. Cuando eso ocurría, mi padre me cogía y me subía en sus hombros. Mientras él cargaba con mi peso, a veces, con el de una mochila y con el suyo mismo, yo iba sentada y acomodada disfrutando de un paisaje que ya olvidé.

A medida que pasa el tiempo y los años le acompañan, se han fortalecido tus huesos y han debilitado los de quienes te dieron la vida. El tiempo corre y pasa delante de tus ojos. Y junto con el envejecimiento, que son directamente proporcionales, harán que cambies de opinión, que trates de otra forma a tus seres queridos y, en general, que crezcas, tanto física como personalmente. Y llegará el día en que tus padres no podrán valerse por sí sólos, necesitarán la ayuda de alguien para caminar, para sentarse o levantarse, para ducharse... Necesitarán a alguien que les haga la comida, la compra, que les limpie la casa, que les haga la cama, que les compre ropa... Y tú serás mayor. Tendrás un trabajo, una casa, una pareja... Quizá tengas un perrito. Habrás olvidado que cuando tú eras pequeño no te podías valer por ti mismo. Habrás olvidado que ellos te enseñaron a caminar, a hablar a sentarte a levantarte y ellos, te duchaban. Habrás olvidado que se gastaron una fortuna en pañales para que estuvieras limpio, que ellos te hacían la comida y te la daban procurando que te gustara, que ellos lo pagaban todo, que ellos limpiaban la casa, recogían tu habitación, tus juguetes y te hacían tu cama, que ellos te compraron toda tu ropa...
Y no sólo hicieron eso, si no que cuando tú llorabas, ellos te traían un paquete de kleenex, cuando sufrías estaban a tu lado para darte una de sus charlas, para que con palabras tu llanto cesara. Ellos te arroparon, te besaron y te desearon unas buenas noches. Ellos te compraron los juguetes que pedías, las chuches y golosinas, los caprichos innecesarios que hacen que sonrías.
Ahora te piden que les cuides porque, cuando se caen, ya no pueden levantarse. Y tú, egoísta, lo haces a regañadientes. No quieres porque dices que son muy pesados, que tienes cosas mejores que hacer, que podrías llevarles a una residencia. Les cuentas a tus amigos la gran carga que son los padres cuando se hacen viejos y que te apetecería pasar de ellos. Y cuando mueren, te das cuenta de tus errores. Y tu cerebro, al procesar la información, te hace cambiar de opinión. Hace que te des cuenta de lo mucho que los querías y de lo mucho que los necesitas ahora. Siempre los necesitarás.

Cuando era pequeña mis padres nos llevaban de excursión por lugares hermosos y, como yo me cansaba, mi padre me llevaba en hombros. En algún momento, yo haré lo mismo por él.
Yo no he perdido a mis padres, pero pienso con la cabeza, no con los pies.
No desperdicies tu vida, sólo tienes una.
El amor de una madre o de un padre es un préstamo que se devuelve sin intereses.
Ellos son el motivo de tu vida, recuérdalo.

martes, 17 de enero de 2012

"Si la vida es puta, fóllatela".

Sí, pero luego te cobrará, idiota.
¡Despierta! Estás en el mundo real.
Donde las flores no florecen al caminar y, mueren si las pisas.
Donde los pajarillos no cantan al amanecer.
Donde la malvada madrasta mató a Blancanieves.
Donde hay que trabajar para vivir.
Y donde no todos los sentimientos son felices.
Si quieres sobrevivir, hazme caso, debes hacer oídos sordos a las personas que intenten hundirte, que te tiren del pelo hacia abajo, para evitar que triunfes. Quieren que seas como ellos, uno más. Pero tú tienes potencial para subir y ser de los grandes. Puedes abrir tus alas y volar hasta rozar el cielo con la punta de los dedos. No tienes por qué hacerles caso, no. Sigue tu instinto y haz caso a tu corazón. Él es más sabio que ninguno de nosotros. Ámate y quiérete como nadie. Si no lo haces tú y pretendes que aparezca alguien perfecto y lo haga, estás muy equivocado.

lunes, 9 de enero de 2012

Platos Rotos, 4.

Noche. Noche de locura. Noche de diversión. Noche reluciente. Noche cerrada. 3:42.
Marco está un poco ido. Al igual que los otros chicos. Tienen claro dónde están, qué hacen y a dónde van, pero no lo suficiente. Están aún en casa de Kevin, pero se disponen a salir. Dejan todo lo innecesario y se van.
Cuatro pasos y la discoteca reluce ante sus ojos. Un par de luces parpadeando y ni si quiera pueden leer el nombre. Dan las entradas y a cambio reciben un sello en la muñeca. Más luces. Aunque ahora está todo más oscuro y el contraste es mayor. La gente está bailando y la música tiene buen ritmo.
Los chicos se acercan a la barra y le piden algo a la camarera. Las copas son muy caras y el ron es malo, pero no importa. Hoy es noche de beber. Marco cada vez está peor, aunque por dentro se sienta peor. Deciden no tomar más copas, que ésta es la última y que no la apuren. Es lo conveniente si no quieren armar un escándalo y que los echen por vomitar en los pies de alguien. Marco se lo bebe de golpe.
-¿Eres gilipollas? -Bruno está inquieto.
-¡Qué dices, tío!
-Si la cagas y te sacan a patadas, yo no te conozco.
Pablo, Fran, Tony y Kevin le miran. No hace falta que digan “yo tampoco”. Marco se da la vuelta. Que asco de gente, piensa. Hay una chica delante de él, de espaldas, hablando con su amiga. La mira de arriba abajo. Pelo largo hasta la cintura, liso y parece negro. Camiseta ajustada, unas curvas perfectas. Más abajo, un pantalón corto, resaltando aún más sus curvas. Medias transparentes y taconazos. Esto ya me lo conozco yo, piensa. Se acerca a su oído y le susurra unas palabras. Jessica se da la vuelta. Le sonríe.
-¡Me asustaste!
-Es lo que pretendía, preciosa.
-¿Cuánto has bebido? -no está normal.
-Nada, estoy sobrio.
-Sí, ya...
Marco se acerca a su boca y la besa.

Andrea está en casa de Marta.
-He quedado con las chicas en la entrada a las dos y media. -aclara Marta.
-Vale, pero como no te des prisa en arreglarte no llegaremos, ¿eh?
-Tú tranquila, que llegar, llegaremos.
-¡Todavía queda que me prepare yo!
-¡Ya estoy, pesada! ¡Quería terminar yo y ahora empezar contigo! Hay mucho por hacer.
Se dirigen al enorme armario.
-Haz los honores, cariño.
Andrea abre las puertas del armario y mira perpleja toda la ropa que Marta tiene dentro.
-Elige algo, ¿no?
-Ya voy.
Mete las narices entre vestidos, camisas, blusones y pantalones de todo tipo.
-Déjame, anda. Ya lo hago yo por ti.
Están sobre media hora eligiendo y probando. Al final, se deciden por unos pantalones cortos y una camiseta bastante ajustada. Aunque no le convence mucho, Marta insiste tanto, que le da la razón sólo para que se calle. La maquilla un poco, le plancha el pelo y ya está. Perfecta. Comen algo y salen de casa. La discoteca está un poco lejos y hay que caminar, pero no importa, ninguna lleva tacones. En la entrada hay un par de grupos de chicas y chicos. Uno de ellos, casi el que menos destaca, son las amigas de Marta. Se acercan y empiezan a hablar de sus cosas, no hay quién las entienda o se entere un poco.
-¡Venga, entremos!
Dan las entradas y reciben el mismo sello en la muñeca.
Nada más entrar todo el grupo de chicas con el que estaban se dispersa y Marta y Andrea se quedan solas de nuevo.
-¿Ves por qué quería que vinieras? Se van y me dejan sola... ¡Siempre!
-Pobrecita, mi niña... ¡Pues aquí estoy yo para salvarte de la soledad!
-¡Mi heroína!
-Lo sé, soy tu droga.
Y se marcha airosa cogiéndola por la mano y llevándola al centro de todo. Donde está abarrotado. Donde bailas dando codazos. Donde te empujan y te pisan los pies. Donde más divertido se está.
Al cabo de un rato Marta pide tiempo muerto. Se acerca a su oído y le grita que vayan a la barra a pedir una Coca-Cola.
-¿Qué?
-¡Coca-cola! -le señala la barra.
-¡Vale, vale!
Esta vez es Marta quien coge a Andrea de la mano y la arrastra a través de toda la gente. En la barra hay un grupo de chicos, parejas y alguno que otro solo.
-Una Coca-Cola, por favor.
-¡Y una botella de agua!
Marta la mira extrañada.
-La Coca-Cola engorda.
-Bueno, da igual. Tía, mira a esos dos dándose el lote.
-De verdad, aquí la gente no viene a bailar viene a...
Ese pelo. Esa camisa. Esas manos. Y su cara. Atada a la de esa chica por un lazo.
-Ese es... Marco.
Marta se da cuenta, sabe que la acaba de cagar. Mira a Andrea y vuelve a mirarlos a ellos.
-Lo siento...
-No, tranquila. No es culpa tuya.
Andrea reconoce a Jessica. La chica que siempre tonteaba con él, que siempre le buscaba y le mandaba indirectas. A la que ella le tenía tanto coraje. Marco y Jessica se despegan, rompiendo el lazo que los unía. Ella le sonríe y le dice algo. Y él se ríe, pero se tambalea un poco. Está borracho. Jessica se va y Marco se apoya en la barra. Andrea no le ha quitado la mirada de encima. Y, es entonces, cuando él se da cuenta. Se le ha apagado la sonrisita que tenía en la cara. Y ahora la mira muy serio. Ella está a punto de llorar. Se dispone a acercarse a él, pero Marta le coge la mano. Ella se da la vuelta y le dice que no pasa nada, que se quede ahí. Camina tímidamente. Aún no han dejado de mirarse. Ella, con lágrimas en medio de los dos. Ya están uno delante del otro.
-Qué haces aquí... -Marco rompe el hielo, aunque en mala dirección.
-No creo que lo mismo a lo que tú viniste.
Marco baja la cabeza avergonzado.
Ella sigue mirándolo.
-No me puedo creer que después de tanto “Te quiero”, tanto “no me dejes” y tanto “te esperaré siempre” hagas esto. Y encima apestas a alcohol.
-Si me dejaste sería porque no me querías, ¿no?
-No. Te dejé porque te habías vuelto un capullo. Y veo que no me he equivocado.
-Andrea, necesitaba olvidarte...
Ella se ríe al oír tal estupidez.
-Ya, ya... Yo también. A ti. No al chico del que me enamoré. A ese no pienso olvidarle jamás.
Marco vuelve a bajar la mirada, al suelo. Sonríe. Se da cuenta de que Jessica y Andrea llevan la misma ropa puesta. A Andrea le queda mucho mejor.
Por supuesto, ella odia los tacones, lleva sus Converse, tan cómodas y elegantes a la vez. Elegantes sólo porque las lleva ella.
-¿Y ahora de qué te ríes?
-Nada, nada…
Andrea suspira.
-Bueno, yo no tengo nada más que decir. Sólo que muchas gracias por aclarar mis dudas sobre si eras o no un capullo y que te deseo lo mejor, enserio.
-Siento haberme comportado así...
-Ahora ya no vale. -Andrea le sonríe. Satisfecha de sus decisiones. Vuelve a donde está Marta y la coge del brazo.
-Vámonos, por favor.
-¿Y las chicas?
-¡Da igual!