miércoles, 14 de marzo de 2012

Please, don't hurt me.

Cuando estoy contigo, la Tierra gira a mi alrededor, las estrellas brillan sonrientes y la Luna me guiña un ojo.
Cuando estoy contigo, se produce un conjunto de sensaciones que hacen que mi mente se confunda.
Cuando estoy contigo, el cielo está a mis pies y el suelo sobre mi cabeza.
Cuando estoy contigo, las ballenas hacen carreras de obstáculos y los leones juegan al waterpolo.
Cuando estoy contigo puedo ser quien quiera, como quiera y donde quiera. Puedo imaginarme que estamos en el sol, caminando sobre él y que lo único que siento bajo mis pies es un calor acogedor.
Cuando estoy contigo me encierro en mi mundo, dejando pasar sólo buenas sensaciones, escucho sólo lo que quiero oír y te miro con los ojos vendados, ciega de amor.
Eres preocupante, me preocupa no poder vivir sin ti. Tan independiente y solitaria, ahora necesito tu sonrisa para ser feliz. Si no, mi día se derrumba, y como si de un juego de Lego se tratase, voy armando una torre a mi alrededor para aislarme del sufrimiento. Ahí es cuando tú deberías aparecer, vestido de príncipe, con espada y todo. Trepas y trepas, subiendo ladrillos de colores y me rescatas prometiéndome amor eterno. Ultimamente, mi vida se asemeja un poco a un cuento de fantasías como estas. ¿O quizás lo soñé? Qué se yo. Ahora mismo podría despertarme en mi cama y darme cuenta de que todo esto es un sueño, de que ni mi príncipe existe, ni tú y yo nos hemos conocido, de que no estoy escribiendo y de que tampoco recuerdo tu cara, ni el color de tus ojos, ni la fuerza de tu mirada, ni la alegría de tu sonrisa, ni la dulzura de tu olor.
Irritante eres. Pues siempre estás alegre y me contagias tan rápidamente como se enferma un pingüino de gripe en su viaje desde el Polo Sur al zoo. No paro de sonreir y, aunque tus bromas no tengan gracia, me río tanto que me duelen las mejillas.
Sabes cómo hacerme reir cuando lo que quiero es darte una paliza. Sabes cómo tranquilizarme cuando estoy nerviosa. Sabes cómo cambiar de tema cuando es necesario. Sabes llevar una conversación. Sabes cómo tratar a una mujer. Sabes cómo hacerme sentir en el séptimo cielo... Y por eso es que tanto me encantas. Me hechizas, me enamoras. Y por eso es que tanto te odio. Vivo hechizada por tu olor, por tu sabor y el cariño que me das con tan sólo un sólo beso. Soy prisionera de tu mirada y tus abrazos. Soy tu prisionera, pero no quiero escapar. No me dejes escapar.

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