lunes, 31 de diciembre de 2012

Ruptura

¡Tú! ¡Tú querías cambiarme! ¡Tú te empeñabas en quitarme la personalidad y hacerme como las demás, como todas tus amiguitas! Y decías que me habías convertido en una chica alegre, que yo era antes apagada, que siempre vestía de colores oscuros y por eso... ¡Que tú me salvaste! Qué superficial eres... No te diste cuenta de que yo soy alegra ya de por mí misma. ¿Acaso crees que eso influye realmente en mi personalidad? ¡Por favor! Ahora me doy cuenta de lo tonta que fui, dejándome llevar por ti. No me querías por cómo era yo, sino por en qué me habías convertido, querías a la chica que nunca tuviste. Vaya pena... Yo sí te quise tal y como eras, con todos tus defectos y tus virtudes. Ahora te miro con objetividad, ya no estoy ciega de amor. Y veo en nuestro pasado tantos errores míos. Tantas cosas que me dijiste, que me dolieron, que quise contestar y defenderme y que no hice por miedo a otro enfado. Y que terminara nuestro "sueño" que acabó siendo pesadilla. Cuando decías que no era romántica, que no te decía cosas bonitas... ¡Cuántas palabras de amor no fueron escritas en mi diario para ti! Qué ciega estaba y qué estúpido eras. Cuando te metías con mi físico o con mi pelo. ¡Aunque fuera una broma! ¿Dónde estaba el hombre del que me enamoré? ¿Donde estaba el hombre que me susurraba al oído que yo era bella? En dos semanas desapareció, ya me tenías y te aburriste. Yo esperé a que regresara, pero nunca lo hizo.
"A veces no echamos de menos a la persona, sino a los recuerdos".
Gracias.

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