viernes, 18 de noviembre de 2011

La perfección del amor.

Inexistente.
Y eso es lo mejor de todo; que ni existe, ni puede existir. Buscamos a las personas perfectas. Sin darnos cuenta de que lo mejor de la vida, del amor o la amistad es aceptar los defectos. Y amarlos. Sí, amar los defectos. Si amas a una persona, la amas tal y como es. Y si buscas la perfección, no averiguarás lo que es el sentimiento AMOR en tu vida.
¿Qué es la perfección?
La perfección es un modelo. Un modelo en el que nos fijamos para ver si de verdad una persona está a la altura. Nunca te enamorarías de un yonqui. Que ¿por qué? Exactamente por eso. Por que se droga. Porque normalmente no queremos a alguien que fume, que se chute o sea alcohólico.
¿El amor es realmente ciego?
Yo creo que no. Al menos en el físico, es posible que sí sea ciego. Si una persona es bella por dentro, te parecerá que lo es también por fuera. Aunque, mirándolo de una forma objetiva no lo sea. Quizás le quieras, quizás te parezca que es guapísimo. Porque a veces el amor es ciego. Pero si hablamos de una mala persona. De alguien que a veces es genial contigo y luego, te trata como si fueses un juguete. Si te pega, te roba o se ríe de ti humillándote delante de sus amigos. No merece la pena. Sientas lo que sientas. Aunque le ames. No estará a la altura. Y si te amas a ti misma, te darás cuenta de que esa persona no es buena para ti. Y le querrás, por dentro le querrás por cómo te trataba a veces. Pero eso es en lo que deberías pensar. En que era a veces. No siempre. Y que el tiempo lo cura todo. Hasta las heridas más profundas. Incluso, si eres joven, puede que no te quede cicatriz. Dímelo a mí. Que hasta me he tenido que poner puntos.

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